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Hablamos con Yolanda y Esther, alma de Mon Orxata, sobre secretos de proporciones, horchata sin azúcar, mezclas gourmet y el cambio que supuso gestionar cobros con un solo dispositivo Loomis Pay.
Aroma de chufa recién molida, carritos que llevan décadas refrescando las calles de Valencia y una receta cuyas proporciones se guardan como un tesoro. Así se presenta Mon Orxata, un proyecto que se ha convertido en referente de horchata artesana —con y sin azúcar— para locales y turistas. En esta entrevista comparten anécdotas, versiones gourmet y la forma en que Loomis Pay les ha dado libertad para seguir endulzando (o no) los veranos valencianos.
No voy a decir los ingredientes porque la horchata es chufa, agua y a veces azúcar y a veces sin azúcar. Entonces, el secreto son las proporciones y es un secreto tan bien guardado que no vamos a desvelar en este en este momento.
Bueno, simplemente que la pruebe y que juzgue por sí mismo, estamos seguras de que le encantará.
El pedir una horchata sin azúcar hoy en día ya no es ninguna novedad. De hecho, nosotros tenemos carritos que solo tienen horchata sin azúcar porque tienen clientes que solamente la quieren así.
Cada vez son más personas las que piden la horchata sin azúcar.
Bueno, vamos a ver la horchata en si ya es un producto gourmet. Pero bueno, quizá por innovar un poco, puedo decir que la horchata, por ejemplo, batida con fresas esta espectacular. Un producto que nosotros también vendíamos en uno de nuestros locales era la “torronera”, que consistía en añadir un poquito de crema de turrón a la horchata. Si no la habéis probado, os lo recomiendo doscientos por cien porque está espectacular.
Si la horchata fuese una película sería una comedia romántica. Se trata de disfrutar; disfrutar con los tuyos, con tu pareja, con tu familia... Es todo disfrutar.
Para nosotros Loomis Pay ha sido muy importante, entre otras cosas porque nuestro negocio está en las calles. Poder tener un solo dispositivo para usarlo como TPV y como datafono nos ha dado muchísima libertad y nos ha facilitado muchísimo el trabajo.
En resumen, muy sencillo y completo.
Para Yolanda y Esther, la horchata es más que una bebida; es un momento de disfrute, una “comedia romántica” servida bien fría. Gracias a Loomis Pay, sus carritos ruedan con ligereza: un único dispositivo gestiona cobros, tickets y reportes sin ataduras. Así, el secreto de sus proporciones puede seguir a salvo mientras ellas se concentran en lo importante: seguir sirviendo la mejor horchata.